Nuestras creencias
Todo lo que hacemos se basa en la inquebrantable verdad de la Palabra de Dios. Creemos que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, y que en él encontramos salvación, propósito y esperanza.
Todo lo que hacemos se basa en la inquebrantable verdad de la Palabra de Dios. Creemos que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, y que en él encontramos salvación, propósito y esperanza.
Jesús como el único camino a la salvación
Creemos que Jesucristo es el único camino a la salvación. Él dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6). La salvación es un don de la gracia, que se recibe únicamente por la fe en Cristo (Efesios 2:8-9), y seguirlo comienza con el bautismo como expresión externa de un cambio interior (Hechos 2:38). Solo Jesús puede reconciliarnos con Dios y darnos vida eterna.
La autoridad de las Escrituras
Afirmamos que la Biblia es la Palabra inspirada y autoritativa de Dios. Sirve como fundamento de nuestra fe, guiando cada aspecto de la vida y ofreciendo sabiduría, instrucción y verdad (2 Timoteo 3:16-17; Salmo 119:105). Creemos que la Escritura es la fuente infalible de todo lo que necesitamos para vivir conforme a la voluntad de Dios y nos capacita para ser transformados a la imagen de Cristo.
La Santísima Trinidad
Creemos en un solo Dios que existe en tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada uno es plenamente Dios, y juntos son un solo Dios (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14). El Padre es nuestro Creador, el Hijo es nuestro Redentor y el Espíritu Santo es nuestro Guía y Consolador. Esta relación eterna y perfecta entre las tres personas de la Trinidad revela la naturaleza misma de Dios y su plan de salvación para la humanidad.
Arrepentimiento y perdón
Creemos en la importancia del arrepentimiento y en la disposición de Dios a perdonar. Mediante el arrepentimiento, nos alejamos del pecado y avanzamos hacia una vida que refleja el amor y la santidad de Dios (1 Juan 1:9; Hechos 3:19). El arrepentimiento no es solo un cambio de mentalidad, sino una transformación del corazón que nos lleva a vivir conforme a la voluntad de Dios, sabiendo que Él siempre está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos cuando acudimos a Él con sinceridad.
El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo mora en los creyentes, capacitándonos, guiándonos y transformándonos para vivir de una manera que honre a Dios. El Espíritu Santo cultiva en nosotros el fruto del amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio (Juan 14:26; Gálatas 5:22-23). Mediante su poder, el Espíritu Santo nos capacita para vivir conforme a la voluntad de Dios y reflejar el carácter de Cristo en cada aspecto de nuestra vida.
La Gran Comisión
Nos comprometemos a compartir el Evangelio, respondiendo al llamado de Jesús de «hacer discípulos de todas las naciones» (Mateo 28:18-20). Esta misión de difundir el amor y la verdad de Dios es fundamental para nuestro propósito en VidaXJesus. Creemos que, como seguidores de Cristo, tenemos la responsabilidad de llevar su mensaje de salvación a todo el mundo, alcanzando a quienes aún no lo conocen y fortaleciendo la fe de los creyentes.
Vida cristiana
Estamos llamados a vivir una vida de santificación, esforzándonos por ser más como Cristo. Este camino implica buscar la santidad, la integridad y el amor en cada aspecto de la vida, como reflejo del amor de Dios por nosotros (1 Tesalonicenses 4:3; Romanos 12:1-2). Por la obra del Espíritu Santo, nos transformamos día a día para vivir conforme a los principios de Dios, profundizando nuestra relación con Él y convirtiéndonos en testigos de su amor en el mundo.
Bautismo
Creemos que el bautismo es un acto sagrado de obediencia que simboliza la fe del creyente en Jesucristo. Es una expresión externa de una transformación interna: la declaración pública de que hemos muerto al pecado y resucitado a una nueva vida en Cristo (Romanos 6:4). Mediante el bautismo, seguimos el ejemplo de Jesús y afirmamos nuestro compromiso de andar en sus caminos. Si bien el bautismo en sí no salva, es un poderoso testimonio de la obra salvadora de Dios en nosotros y un paso de fe que refleja nuestra unión con Él.
Vida eterna
Creemos en la promesa de vida eterna con Dios para todos los que creen en Jesús. Esta esperanza de salvación nos brinda paz y seguridad, sabiendo que estaremos con Él para siempre (Juan 3:16; 1 Pedro 1:3-5). La vida eterna no es solo una promesa futura, sino también una realidad presente que transforma nuestra vida, dándonos propósito y fortaleza en nuestro caminar diario mientras esperamos el glorioso día de estar en su presencia.