Manifestación de la Gloria de Dios
“Él entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.” Éxodo 33:18
Desde tiempos antiguos, la humanidad ha anhelado ver la gloria de Dios. Moisés hizo esta petición porque entendía que la presencia de Dios lo cambiaría todo. La gloria de Dios es Su manifestación visible y poderosa en nuestras vidas, revelando Su majestad, poder y amor.
Dios muestra Su gloria de muchas maneras: en la creación, en Su Palabra, en los milagros y, sobre todo, en Jesucristo. Cuando Jesús vino al mundo, Él fue la máxima expresión de la gloria de Dios en forma humana (Juan 1:14). Hoy, Su gloria se manifiesta en nuestras vidas cuando vivimos en obediencia, buscamos Su presencia y permitimos que Su Espíritu Santo nos transforme.
Si anhelamos ver la gloria de Dios, debemos buscarlo con un corazón sincero. Él se revela a quienes lo desean con todo su ser. Su gloria no solo nos llena de asombro, sino que nos cambia y nos impulsa a vivir para Su propósito.
Cómo Aplicarlo:
Busca la presencia de Dios diariamente: La oración y la adoración te acercan a Su gloria.
Refleja Su gloria en tu vida: Vive de manera que otros puedan ver a Cristo en ti.
Espera con fe Su manifestación: Dios se revela en Su tiempo y de maneras inesperadas.
“Cuando la gloria de Dios se manifiesta, nada permanece igual.”
Señor, como Moisés, deseo ver Tu gloria. Manifiéstate en mi vida, transforma mi corazón y hazme un reflejo de Tu luz para el mundo. Que cada día pueda experimentar Tu presencia y caminar en el propósito que tienes para mí. En el nombre de Jesús, Amén.
Habacuc 2:14
“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”