Cristo, Nuestro Rey
Apocalipsis 19:16 -“Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
Jesús no es solo nuestro Salvador, sino también nuestro Rey. Su reino no es de este mundo, pero su autoridad es absoluta y eterna. A diferencia de los reyes terrenales, que gobiernan con limitaciones y fallas, Cristo reina con justicia, amor y poder inquebrantable.
Cuando Jesús entró en Jerusalén montado en un asno, fue recibido con alabanzas como Rey (Mateo 21:9). Sin embargo, muchos esperaban un gobernante terrenal que los librara de la opresión romana, pero Su reinado es mucho más grande: es un reino celestial que trasciende el tiempo y las naciones.
Hoy, Cristo sigue reinando y un día regresará como el Rey victorioso. Mientras esperamos Su regreso, debemos vivir como ciudadanos de Su reino, sometiendo nuestra vida a Su voluntad y reconociendo Su señorío sobre todo.
Cómo Aplicarlo:
Reconoce a Cristo como tu Rey: No solo como Salvador, sino como el Señor de tu vida.
Vive conforme a Su reino: Obedece Su Palabra y refleja Su amor y justicia.
Espera Su regreso con fe: Mantén tu corazón preparado para Su gloriosa venida.
“Cristo no solo salva, también reina. ¿Está Él gobernando tu vida?”
Señor Jesús, Tú eres mi Rey y mi Salvador. Hoy me rindo a Tu gobierno y declaro que toda mi vida Te pertenece. Ayúdame a vivir en obediencia a Tu Palabra y a esperar con gozo el día en que reinarás por siempre. En Tu nombre, Amén.
Filipenses 2:10-11
“Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”