Por Siempre Tú Reinarás
A lo largo de la historia, los reinos han surgido y caído, los gobernantes han cambiado y las épocas han pasado, pero hay un Rey cuyo dominio es eterno: Dios. Su reinado no tiene fin, y su poder y amor permanecen firmes en cada generación.
Vivimos en un mundo donde todo cambia constantemente. Las circunstancias pueden volverse inciertas, las personas pueden fallarnos y los planes pueden desmoronarse. Sin embargo, Dios sigue en su trono, gobernando con justicia y amor. Él no es un rey pasajero, sino el Soberano eterno que dirige la historia y nuestras vidas con propósito.
Cuando enfrentamos dificultades, podemos recordar que nuestro Rey es inamovible. Su poder no disminuye y su amor no cambia. No importa lo que enfrentemos, podemos confiar en que Dios sigue reinando y tiene el control de todo.
"Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá." Salmo 93:1
Cómo aplicarlo en tu vida diaria
Confía en su soberanía – Aunque no entiendas todo lo que sucede, recuerda que Dios tiene el control.
Descansa en su fidelidad – Él nunca te dejará ni te fallará, sin importar las circunstancias.
Vive con esperanza – Su reinado es eterno, y un día veremos su gloria completamente revelada.
Alábalo cada día – Reconocer su grandeza en oración y adoración fortalece nuestra fe.
Oración
Señor, reconozco que Tú eres el Rey eterno y que tu trono permanece firme. En medio de la incertidumbre, ayúdame a confiar en tu soberanía. Que mi corazón se rinda a tu voluntad y mi vida refleje tu gloria. Amén.
Versículo para recordar
"Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones." Salmo 145:13