¿Por qué Dios permite el mal?

"El Señor es bueno para con todos, y su misericordia está sobre todas sus obras."Salmo 145:9

El Problema del Mal y la Soberanía de Dios

El problema del mal es una de las cuestiones más profundas de la teología cristiana. Si Dios es omnipotente y bueno, ¿por qué existe el mal en el mundo? La Biblia nos da respuestas que, aunque no eliminan el misterio, nos ayudan a entender el propósito divino detrás del sufrimiento y la maldad.

La Creación y el Libre Albedrío

Dios creó el mundo bueno (Génesis 1:31), pero también creó al ser humano con libre albedrío. El amor verdadero no puede existir sin la libertad de elegir. Adán y Eva, como representantes de la humanidad, usaron su libertad para desobedecer a Dios (Génesis 3). Esto introdujo el pecado y sus consecuencias en el mundo, incluyendo el sufrimiento y la muerte (Romanos 5:12).

Dios permitió el libre albedrío no porque deseara el mal, sino porque quería que el amor y la obediencia fueran genuinos. Un mundo sin la posibilidad de elegir el mal sería un mundo sin amor auténtico.

El Mal y el Propósito de Dios

Dios es soberano y puede usar el mal para cumplir Sus propósitos sin ser el autor del mal. José, vendido como esclavo por sus hermanos, dijo al final de su historia: "Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien" (Génesis 50:20). Esto nos muestra que, aunque los seres humanos pueden actuar con maldad, Dios sigue gobernando y usando incluso el sufrimiento para Sus planes.

Pablo nos recuerda en Romanos 8:28 que “todas las cosas cooperan para el bien de quienes aman a Dios”, lo que significa que, aunque no entendamos el propósito inmediato del mal, podemos confiar en que Dios lo usará para Su gloria y nuestro bien.

La Cruz: El Mayor Ejemplo de Redención del Mal

El mayor ejemplo de Dios usando el mal para bien es la cruz de Cristo. La crucifixión de Jesús fue el acto más injusto de la historia, un aparente triunfo del mal. Sin embargo, fue el medio por el cual Dios trajo la salvación al mundo (Isaías 53:5, 2 Corintios 5:21).

Si Dios pudo traer la mayor redención de la mayor injusticia, podemos confiar en que Él sigue obrando en medio del sufrimiento y la maldad.

La Esperanza Final: Dios Erradicará el Mal

El mal y el sufrimiento no son eternos. Apocalipsis 21:4 nos da una promesa gloriosa: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor.” El problema del mal es temporal, pero la victoria de Dios es eterna.

Dios permite el mal no porque lo apruebe, sino porque en Su soberanía, lo usa para Sus propósitos. Nos da libre albedrío para que podamos amarlo libremente, y aunque sufrimos las consecuencias del pecado, Su plan de redención en Cristo nos asegura que el mal no tendrá la última palabra.

Cuando enfrentes el mal o el sufrimiento, recuerda que Dios tiene un propósito eterno. En lugar de alejarte de Él, acércate en oración, confiando en que Él sigue obrando, incluso en medio de la oscuridad.

Oración:

Señor, aunque no siempre entiendo por qué permites el sufrimiento, confío en Tu bondad y soberanía. Ayúdame a ver más allá de mi dolor y a confiar en que Tú tienes el control. Gracias por la cruz, donde transformaste el mayor mal en la mayor bendición. Amén.

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