Me Diste Vida
"El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Todopoderoso me dio vida." – Job 33:4
Cada respiración que tomamos es un recordatorio del regalo de la vida que Dios nos ha dado. Él nos formó con amor, nos dio propósito y nos llena de Su Espíritu para que vivamos plenamente en Su gracia. Este versículo en Job nos invita a reflexionar sobre el origen divino de nuestra existencia y a reconocer que nuestra vida tiene un significado eterno en Su plan.
Dios no solo nos dio vida física, sino que también nos ofrece vida espiritual a través de Cristo. En Él encontramos el verdadero propósito de vivir: honrar a nuestro Creador, amar a los demás y caminar en comunión con Él. Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10). Esa abundancia no se mide en riquezas materiales, sino en paz, gozo y esperanza eterna.
Hoy, agradece a Dios por el regalo de la vida. Considera cómo estás usando este don para glorificarlo. Dedica un momento para reflexionar sobre las áreas donde puedes vivir más plenamente para Él, confiando en Su guía y propósito para tu vida.
Oración:
Señor, gracias porque me diste vida y me formaste con amor. Ayúdame a vivir cada día con gratitud y propósito, reflejando Tu gloria en todo lo que hago. Enséñame a depender de Ti y a caminar en la plenitud de la vida que has preparado para mí. En el nombre de Jesús. Amén.